lunes, 9 de mayo de 2011

La mujer en Rotary‏

4 de mayo de 1987, la Suprema Corte de los Estados Unidos reglamenta que las mujeres pueden ser miembros de Rotary.

Consideramos un privilegio que en Rotary, la mujer ocupe puestos y cargos de responsabilidad y liderazgo.

Desde su concepción biológica y psicológica que la modela exquisitamente para ser madre, esposa y cuidar y organizar las tareas del hogar, se ha convertido en el soporte principal de la estructura familiar y social. Su rol específico cinceló un protagonismo en la sociedad actual y hoy como empresaria, profesional y dirigente, ha establecido un nuevo estilo de liderazgo basado en la creatividad, la sensibilidad, los valores personales, la confianza, la franqueza, y por sobre todo en un profundo conocimiento de la problemática socio-cultural.

La capacitación permanente, la comprensión y un alto grado de sensibilidad, son elementos que las mujeres han incorporado al estilo de liderazgo que propone Rotary, juntamente con la comunicación, la tolerancia y el respeto.

El liderazgo femenino se transforma en un protagonista esencial para construir y afianzar los objetivos, en un mundo donde la deshumanización está presente en casi todas las relaciones interpersonales, y se hace imprescindible abrir nuevos horizontes de soluciones.

La mujer es cimiente de cultura y guardiana de los más elementales valores humanos. En la opresión o en la propia negación de sus derechos sociales, mantuvo siempre encendida en su interior esa sutil llama eterna femenina, llena de amor y sabiduría, que va de madres a hijas más allá del tiempo y el espacio.

En nuestra Institución, la mujer no ocupa espacios cedidos por el hombre, todo lo contrario, genera su propio campo de acción, abarca paulatinamente la geografía mística de la razón y el intelecto. Diseña y ejecuta programas de acción y servicios comunitarios. Es la compañera ideal de aquellos hombres capaces de medir su integridad, evaluando el resultado del esfuerzo compartido.

Durante siglos las mujeres han permanecido calladas, marginadas por la sociedad. Desde su silencio se alza, sin embargo, un canto que celebra sus verdades. Son acaso el eco vibrante de las voces de sus abuelas, y de sus madres antes que ellas…

En Rotary las voces femeninas hablan, nos transmiten profundas reflexiones y nos mueven a la acción.

“Como agua fresca y cristalina, la palabra de la mujer y su acción se derraman sobre la semilla impaciente del amor y la esperanza”.

Rafael Casanova R.C. Mendoza Oeste-Gobernador Benegas – D. 4865